6/3/10

Yo lo sabia...

La gente te preguntaba que te pasaba y vos no decías nada, tu mirada se encontraba perdida y tu postura desequilibrada.
Con la botella más traslucida, pulcra y pequeña, la más perfecta a tu fruición guardaste en ella una llave…
Esa llave que abría tu alma, espíritu, centro y sentimientos…
No pensabas mas en un futuro y al mismo tiempo no dejabas de pensar en ese pasado. El consuelo no existía y el tormento te emboscaba, la bronca de tener que curar las heridas… una y otra, y otra vez y el dolor que te consumía lentamente.
Los recuerdos se apoderaban de tu mente y el olvido se olvidaba de dejarlos. La salida no estaba ni atrás ni al fondo del camino, pero sabias q vagar era lo mejor en momentos como estos.
Recorriste tierra, asfalto y arena, una vez ahí te aplacaste y después de meditar unos minutos avanzaste tirando con toda tu fuerza aquella botella de vidrio al mar con actitud de abandono e indiferencia…
Si, al mar. Al medio de la nada donde quedará flotando sin dueño e impidiendo volver a abrir aquel corazón que tantas veces ya sufrió.

Pero esto solo es una justificación para no transmitir lo que en verdad muy en el fondo tenes… esperanza


A la espera de que esa botella alguien la encuentre y se esfuerce por conocer a la dueña.
Porque solo así, pensas que valdrá la pena. Dándote ese futuro que no queres demostrar pero si queres esperar.

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